sábado, 3 de julio de 2010

Universidad pública La eterna olvidada de los gobiernos

Manuel Burga
ex rector de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos

La universidad pública va quedando más y más rezagada y esta situación sólo podrá ser revertida con mayor inversión, con un cambio institucional, creación de un mejor ambiente en las universidades y mayor participación de profesores y alumnos destacados en el gobierno universitario, sostiene Manuel Burga, ex rector de la universidad Mayor de San Marcos y presidente del Instituto de estudios sobre la universidad (INESU).

Para Burga, la crisis que vive la universidad pública se ha generado por la falta de una política de Estado que garantice la educación como un bien público y porque los diferentes gobiernos de turno han invertido poco, por ignorancia, politiquería o por no entender lo que significa una inversión educativa.

En la presente entrevista, el ex rector de la Universidad Mayor de San Marcos, plantea qué debería incluir una nueva ley universitaria, cómo entender y practicar la autonomía universitaria. La privatización y gratuidad de la educación superior, son otros temas que también aborda.

Ante el Congreso de la República se han presentado doce propuestas de ley universitaria. ¿La crisis que vive la universidad puede corregirse con una nueva normatividad?
En la historia del Perú republicano, desde 1821 hasta la actualidad, ninguna norma legislativa ha creado condiciones de desarrollo, ni de estabilidad, entonces no esperemos mucho de una norma legislativa, aunque es cierto que se necesita un nuevo marco jurídico que permita a las universidades públicas sintonizar con la historia contemporánea y eso es lo que debería dar el Congreso de la República, un marco legal moderno.

¿Cuáles son los cinco elementos que deben estar sí o sí en una nueva ley universitaria?
En primer lugar debe ser una ley que respete la autonomía universitaria, principio fundamental básico que se debe entender en su verdadera dimensión. Una ley tiene que respetarla y las universidades deben ejercer la autonomía con responsabilidad social, con rendición de cuentas, ofreciendo resultados. En segundo lugar, debe promover la investigación porque es el camino que va a permitir resurgimiento de la universidad. Es una utopía en un país como el Perú, pero las utopías también forman parte de la realidad. En tercer lugar, creo que debe fomentar la calidad académica, entendiéndola como la pertinencia de las universidades con el país. Estamos en el 2007 y por lo tanto las universidades tienen que recoger las experiencias de los últimos diez años y proyectarse diez años a futuro y en este marco cronológico de veinte años, las universidades tienen que ser pertinentes en su país.

¿Qué significa eso?
Tienen que contribuir a resolver los problemas del país, de la nación, de las regiones. Si antes la universidad era impertinente y buscaba destruir los sistemas establecidos para construir nuevos sistemas, eso ha fracasado, eso ha desaparecido. Ahora las universidades tienen que ser pertinentes con el desarrollo del país, con la lucha contra la pobreza.

Y en cuarto lugar, las universidades tienen que revisar su gobierno y volver a ser universidades con capacidad de gestión, ser eficientes con capacidad para responder ante un pedido de cuentas. Eso es lo que ahora está faltando. Hay decanos y otras autoridades que no tienen indicadores de gestión, y no se les puede hacer una crítica objetiva porque no existen estos indicadores. Un decano puede pasar todo su ejercicio (tres años) y al final si uno le pregunta: ¿Cuántos alumnos tiene la facultad? No lo sabe. O cuántos libros hay en la biblioteca, tampoco lo sabe. Algunos, incluso no tienen una proyección clara de cada una de las escuelas que conforman su facultad.

Entonces, sin modificar los esquemas actuales de constitución y de forma de gobierno, de elección de autoridades, si no se logra que los estudiantes y profesores del tercio superior participen en las elecciones y en las decisiones no va a mejorar la universidad. Hasta ahora no se ha logrado que los profesores más calificados y los alumnos más destacados participen y se interesen de la universidad. Ahora ellos votan en blanco o no vienen a votar y dejen que el destino de la universidad lo defina el tercio inferior de estudiantes y el tercio inferior de profesores.

Un último elemento a considerar es el presupuesto, una mejor inversión estatal. El Estado debe invertir en la educación, como invierte cualquier ciudadano de clase media cuando envía a sus hijos a universidades privadas. ¿Por qué en el Perú se destina 0,8% a la educación superior y en Cuba el 15 %? Es un misterio. Por qué no se hace como en Chile, México o Brasil. No hay dinero, probablemente; pero entramos en un círculo vicioso. No contamos con una de las principales fortalezas para salir del subdesarrollo: un buen sistema educativo. Si no hay buena educación no se sale del subdesarrollo. Actualmente, la economía neo liberal le da una enorme importancia al capital humano; pero en el Perú no estamos todavía en capacidad de hacer esa inversión. Durante toda la época republicana, el país no ha tenido esa capacidad de invertir y no porque no tenía dinero, sino porque tenía otras urgencias, otros apetitos en los cuales se ha consumido lo poco que había.

¿Por qué el gobierno aprista no invierte ahora en educación?
Por ignorancia, por politiquería, o por no entender lo que significa una inversión educativa.

¿No será porque la educación de sus hijos está resuelta en el sector privado?
Probablemente porque ellos consideran que el Perú es uno de los casos sui generis en América Latina, donde la educación superior está en manos de instituciones privadas y lo hacen bien, y al sector público que lo parta un rayo. Es una cosa estúpida de parte del gobierno, porque lo que se están creando son abismos sociales más grandes. Las redes de universidades privadas permiten mejorar la situación de las clases medias, mientras los sectores populares que van a universidades públicas quedan fuera de esas redes y se fomenta lo que ahora predomina, universidades nacionales muy radicales con bandera de lucha muy a los años sesenta, que exigen la gratuidad total. Por otro lado, hay puntos fundamentales que se tienen que resolver en el país para que la universidad mejore, y eso no solamente tiene que venir desde las políticas públicas, también es necesario un cambio de actitud de universitarios, sean docentes y estudiantes, porque se necesita un esfuerzo colectivo, la participación de todos en un proceso de mejora de la universidad.

¿La educación superior debe ser gratuita?
Teóricamente sí, porque eso es uno de los grandes bienes públicos que el estado debería distribuir. Pero bien, no mal. Porque si uno distribuye una educación gratuita que no es de calidad, está distribuyendo un mal público.

¿Sería una suerte de estafa?
Se está estafando, se está formando contingente de gente desocupada, de gente resentida que va a vivir en constante zozobra. El Estado debe invertir como lo hace Brasil, hacer una verdadera inversión en educación.

Actualmente existen 91 universidades, de las cuales 33 son públicas y 58 privadas

¿es un negocio la educación superior?
No creo que sea estrictamente un negocio, es cierto que en Estados Unidos es un floreciente negocio la educación privada porque los padres pagan.

Y por qué hay tantas universidades privadas, son 58 versus 33 públicas.
Sí, las universidades públicas están en abrumadora minoría en la Asamblea Nacional de Rectores (ANR). Y esas universidades se han creado con la autorización de una institución de la ANR, hay una presión permanente y lobbies importantes. Eso es lo particular en el caso de América Latina, del Perú y del mundo en general. Nos parecemos a los países del sud este asiático donde se fomenta de manera salvaje la empresa privada. Pero lo que debe preocupar es que la universidad pública va quedando más y más rezagada, porque el fenómeno de la universidad privada, fundamentalmente capitalino y metropolitano, ahora es un fenómeno de provincias.

Ahora, la multiplicación de las universidades privadas no es por la voracidad de los empresarios, es por la demanda de los sectores medios. Y cuando digo sectores medios no me estoy refiriendo a los sectores B y C, sino a los nuevos sectores medios, a los de San Juan de Lurigancho, de los Olivos, de San Martín de Porras, en el caso de Lima, que buscan universidades privadas.

Para un gran sector de la población las instituciones educativas privadas son mejores. En el imaginario de muchos la educación pública no es buena, ¿Se puede afirmar que sólo la universidad privada brinda una enseñanza de calidad?
No necesariamente, pero cumplen requisitos mínimos. Desde de los años sesenta hay un crecimiento de los sectores populares en las universidades públicas. En el año 1962 ó 1961 había tantas universidades como había en 1876. San Marcos en Lima y seis en provincias, solamente había una privada, la Pontificia Universidad Católica; pero desde 1971 hasta la actualidad se ha incrementado el número de universidades privadas debido a que las clases medias buscaban seguridad, estabilidad, modernidad y formación en los plazos debidos, eso es lo que explica el éxito de la universidad privada. Pero no es que sean estrictamente mejores universidades.

Usted ha señalado que la autonomía universitaria debe ser comprendida en toda su dimensión ¿Es qué no está garantizada?
La autonomía universitaria es buena en tanto sea una autentica autonomía en el sentido que el Estado o cualquier otro poder público o la iglesia no interfieran en su funcionamiento. Muchas de las investigaciones y mucho de lo que se enseña en la universidad de repente no conviene a la iglesia, ni a sectores económicos o sectores políticos, pero la libertad de enseñanza y la libertad de investigación son principios básicos que deben ser respetados, no hay que mal entender la autonomía, ¿no?

¿Pero quién la mal entiende?
Los que han convertido a las universidades en fueros privados, de manejo político y buscan mantener la autonomía porque quieren recibir mayores presupuestos sin dar cuenta de resultados; que alguien me diga: ¿Qué universidad pública da cuenta de resultados ante el Ministerio de Economía y Finanzas? ¿Qué universidad pública da cuenta de metas y objetivos alcanzados? ¿Qué universidad publica da cuenta de graduados de magíster, de doctor, de licenciados? Si a alguien le dan dinero para sobrevivir parasitariamente tampoco se le puede pedir cuentas y lo que ahora invierte el Estado en la educación pública o universitaria es como para no pedir cuentas. El especialista chileno José Joaquín Brunner, ha estudiado casos latinoamericanos y en el caso de Perú, habla de una negligencia benevolente del Ministerio de Economía y Finanzas, es decir, descuidan y benevolentemente no piden nada, no piden cuentas. Ahora que van a homologar quieren pedir cuentas atrasadas, ¿por qué usted no es doctor? No hay que ser tan idiotas para pedir eso, primero hay que darles una beca para doctorarse y si no se doctora decirle: ¡oiga por qué no se doctoró! Si muchos nos doctoramos fue por las becas internacionales, pero un gran porcentaje no acceden a becas internacionales. El país está en la obligación de doctorar siquiera a un 20% de universitarios. Hay que preguntarle al ministro Luis Carranza a qué porcentaje de universitarios esta pensando doctorar en el año 2008, 2009, la respuesta es silencio.

¿Por qué la beca de los doctorados debería ser promovida desde el Ministerio de Economía?
Porque es una inversión. Normalmente en universidades europeas y norteamericanas para ingresar a la docencia universitaria uno ingresa con el doctorado, y hay muchos que lo tienen y deben concursar, en el Perú se ingresa a la docencia universitaria en el grado de licenciatura y eso se va a consagrar de nuevo en la ley universitaria, porque no se puede negar esa realidad. No significa que se va a becar a todos, se tendrán que hacer concursos de becas para hacer doctorados como en otros países; estoy seguro que de 10 becarios 5 van a terminar su doctorado en los tiempos correctos y en un periodo de 10 años vamos a tener un 20, 25 ó 30% de doctores en las universidades. Tenemos que ponernos una meta de 50 años para tener solamente doctores en la universidad.

¿El Sistema Nacional de Evaluación y Acreditación (SINEASE) actualmente no esta funcionando la nueva ley de universidades debería incluirlo?
Actualmente se está reglamentando, aún no funciona. Funciona en muchos países de América Latina, pero no en el Perú porque el conjunto de los profesores, de la comunidad universitaria no está interesado en que funcione porque el SINEASE pide auto evaluación y control de calidad.

Nuevamente el temor a la evaluación. Es parte de la cultura peruana la no evaluación.
Es el mismo temor del magisterio público... Pero si a alguien no le pagan bien, por ejemplo, a un profesor universitario le pagan quinientos nuevos soles mensuales, ochocientos nuevos soles mensuales, verdaderamente no hay ninguna legitimidad para evaluarlo, ¿no?

Pero el estar mal pagado no justifica que un profesional no cumpla con su trabajo.
Cumplen con el trabajo en la medida que pueden; pero no se les puede pedir mucho. En la primera reforma liberal de la universidad pública en el siglo XIX en la época de Manuel Pardo, 1876, uno de los requisitos para ser profesor en la universidad era tener el grado de Doctor en la especialidad. Ahora es un lujo tener doctorados en la universidad. En San Marcos el 19.5 % de profesores tiene el grado de Doctor, pero la universidad del Cusco tiene el 4% de doctores en su planta docente y las otras universidades de provincia me imagino que deben estar iguales. Ese cuerpo docente, ¿está interesado en que funcione el sistema de evaluación y de acreditación? No.

¿Estamos perdidos?
No, en México tampoco funciona un sistema de acreditación y evaluación. En Colombia funciona, y la universidad más importante que es la Universidad de Colombia, no está preocupada por la acreditación, ellos tienen sus propios sistemas. Un profesor universitario colombiano gana dos mil dólares, un profesor universitario en Perú gana cuatrocientos dólares en promedio, es decir ¿podemos exigirle evaluación, exigirle acreditación? Ahora es una locura, los dieciséis mil doscientos docentes universitarios no están interesados en el SINEASE, están interesados en que se les homologue, y si se homologa debidamente que paralelamente pongan en acción el SINEASE, sino es una inmoralidad de parte del gobierno.

¿Y que si se les puede exigir a los docentes universitarios?
Cumplimiento dentro de una universidad organizada que responda a misiones establecidas por sus autoridades. Hay profesores que simplemente son licenciados o ingenieros, o en general Magíster en el mejor de los casos, porque en provincia, por ejemplo, no se le puede exigir el doctorado ya que no hay universidades que los dicten y para tal efecto tendrían que venir a Lima. ¿Va a viajar un profesor de provincia a hacer el doctorado? Es difícil. A quiénes se debe exigir es a los jóvenes de la generación de los ochenta, no permitir que los egresados sigan sin el magíster, sin el doctorado; hay que fomentar eso. No es una exigencia que la gente investigue, que la gente se gradúe, no es una exigencia policial, hay que construir un ambiente académico. Para construirlo tiene que haber gente inteligente en el Ministerio de Economía y Finanzas, en el Ministerio de Educación y luego exijamos las cosas, pero dentro de un cambio estructural, un cambio integral. No se le puede pedir ahora que se doctoren, eso puede decir Brasil que tiene cinco mil becas anuales de doctorado y cinco mil becas anuales de magíster. No se le puede pedir a un profesor en el Perú que no tiene ninguna beca.

¿Cuánto cuesta un doctorado?
Ciento cincuenta mil. Eso en el Perú es impensable, aquí estamos recuperando Santa Anita y San Marcos está recuperando sus tierras invadidas en Mesa Redonda, ahí estamos. Pongamos orden en la casa, seamos inteligentes y arreglemos la universidad normativa y económicamente.

¿Y que debemos entender con poner orden, por ejemplo, en lo que se refiere al gobierno al interior de la universidad?
Darles más estabilidad a las autoridades, permitirles que gobiernen, terminar con las burocracias estudiantiles, estudiantes eternos, de treinta, treinta y cinco, cuarenta años, que son operadores políticos en San Marcos, la UN I, la Cantuta, en cualquier universidad pública, terminar con ellos. Además, creo que tiene que haber políticas publicas favorables para el desarrollo de la investigación, contar con mayor inversión y ordenamiento en las universidades, pero no es solamente una cuestión de más plata para que funcione mejor, también tiene que haber un cambio institucional, más exigencias, creación de un mejor ambiente en las universidades: mayor respeto, mayor consideración entre alumnos y profesores, mayor presencia de los profesores destacados, una universidad debería estar representada por sus profesores mas destacados.

¿Por que los profesores mas destacados no se sientan comprometidos con su universidad, falta de reconocimiento, la forma de en que se gobierna?
No es de ayer, Jorge Basadre se jubiló en 1954 en San Marcos y él tenia 51 años, o sea, desde el año 50, San Marcos no protege a sus mejores profesores y los que pueden se van a los 50, a los 40, se van a los 30 años. Es muy complejo porque no hay un sistema que permita a los profesores cuidar sus puesto como lo puede cuidar un profesor de Prinston, de Praw, de Harvard, si uno esta en esas tres universidades trabaja para desarrollarse personalmente, para desarrollar su institución y para conservar su puesto

¿Y el catedrático de San Marcos para qué trabaja?
Para sobrevivir, si él quiere desarrollarse sinceramente tiene que buscar una beca internacional, un trabajo fuera, irse del país o trabajar en una universidad privada. Eso es lo que hay que cambiar, darles condiciones a los profesores universitarios, uno no va a arreglar en la universidad, dando trámite a la homologación simplemente, sino estableciendo metas para el desarrollo de la universidad publica en un proyecto de mediano plazo. Una meta podría ser pasar de un promedio de 10% de doctores o un promedio de 30% en un plazo de 10 años, eso me perece razonable, en Brasil en los años 60, se lo propusieron y ahora la Auspide de Sao Pablo tiene el 95% de profesores con grado de doctor. Es decir han invertido, es un plan, un proyecto de desarrollo que sea política de Estado. El presidente Toledo en el año 2005 aprobó la homologación del docente universitario como una política de Estado, cambio su gobierno, se acabo la política; entonces en el Perú no existe Estado, existen gobiernos. Cada presidente gobierna pero no considera el desarrollo del país como una política del Estado.

¿Los problemas que enfrentan las autoridades de una universidad pública son distintos de los que deben resolver las autoridades de una universidad privada?
Por supuesto, son otras las reglas de juego. Las autoridades de las públicas no tienen legitimidad. Cómo van a tener legitimidad las autoridades de las públicas, cuando tienen docentes mal pagados, insatisfechos, incluso decididos a no participar en el funcionamiento de la universidad.

¿En la universidad pública los profesores están mal pagados y en la privada su situación es diferente?
Probablemente el sueldo promedio de un empleado de la Universidad Mayor de San Marcos sea mayor que él de la Pontificia Universidad Católica. No es un misterio que en promedio no ganan más, pero cumplen mejor. En San Marcos tienen un sindicato con una dirigencia radical que exige constantemente beneficios.

¿En la Pontificia Universidad Católica los empleados tienen igual o menor sueldo pero trabajan mejor por que no tienen sindicato? ¿Eso es?
O porque los empleados tienen sus asociaciones y hay diálogo, esto hay que mirarlo con mucho detenimiento. Pero es sumamente interesante es un fenómeno sociológico y un fenómeno político también. Pero son otras las reglas en la relación entre los trabajadores y las autoridades, los trabajadores y la institución; y eso es lo que de alguna manera también contribuye a que el rendimiento sea mayor a igual salario. Eso es un tema a discutir, un tema a investigar. Por ejemplo, el rendimiento de los docentes de la San Marcos es mayor que el rendimiento de los docentes de las universidades de provincia, y en universidades de provincia los docentes ganan más. ¿Cómo se explica eso? Que lo expliquen los rectores de esas universidades.

¿Hay especialidades que tienen más demanda que otras, cree usted que se debería poner límites en las vacantes y promover aquellas carreras que no son vistas como fuente de desarrollo personal?
Eso se podría aplicar en la universidad pública, pero cuando uno pone límites las universidades privadas incrementan sus vacantes amparados en la demanda educativa, la oferta se regula en el mercado de acuerdo a los profesionales, a los funcionarios de las universidades privadas quienes en muchas oportunidades han sostenido, lo cual es bastante lógico, que lo que la gente busca es un profesional de calidad. En San Marcos las especialidades que tienen mas demanda son: medicina, derecho, contabilidad, ingeniería de sistemas, porque son las más profesionalizadas. Un médico, un abogado, un contador, un ingeniero de sistemas, probablemente encuentra rápido un trabajo y estas cuatro carreras no están vinculadas con el desarrollo del país. Las carreras vinculadas podrían ser las ciencias básicas: la biología, matemáticas, química, física.

Y por qué la falta de interés con las carreras que tienen que ver con el desarrollo?
Porque estudiar física, química es como estudiar historia, ¿qué hacen después?. ¿Qué hace un físico? ¿Dónde va a trabajar un biólogo? No hay proyectos de investigación, ni empresas que hacen investigación y en esas áreas están los estudiantes más radicales de San Marcos, son las especialidades donde están jóvenes muy inteligentes pero que ven un futuro oscuro. Lo que hacen los estudiantes, lo mejores estudiantes de universidades publicas peruanas que estudian matemáticas, física, química, biología, terminar bien, hacer sus doctorados e irse a Brasil, Estados Unidos. Hay buenos egresados en UNAM de México.

La competencia entre las universidades públicas y privadas ha traspasado los linderos universitarios. En los medios de comunicación ha trascendido que en algunos hospitales están dando preferencia a estudiantes de universidades particulares. ¿Cómo atender esta situación?
Eso es un fenómeno propio de las décadas actuales. El campo clínico es un espacio de enseñanza e investigación en donde los profesores hacen participar a los estudiantes. En los años 50 San Marcos tenía el monopolio del campo clínico, cuando aparece la Villarreal camparte el campo clínico para medicina. San Marcos tenía el hospital Loayza, el hospital Dos de Mayo, el hospital Carrión, Almenara y el Rebaggliati como sus sedes principales. Con el surgimiento de las universidades privadas, ellos han comenzado a ingresar en un espacio público donde los pacientes tienen que soportar la incomodidad de ser revisados por médicos que están haciendo sus clases al mismo tiempo. Además, hay una casuística muy rica en los hospitales públicos, eso ahora se comparte con las universidades privadas. Las universidades privadas han comprado su derecho a estar presente en los espacios públicos. ¿Cómo cambiar eso? Probablemente las que deberían dejar los hospitales a las universidades públicas, son las privadas. Las privadas deberían construir sus hospitales docentes, la universidad San Martín de Porras en lugar de crear otra facultad de medicina en Chiclayo ha debido crear su propio hospital docente en Lima para mejor la calidad de enseñanza.

¿Para usted la educación no está siendo atendida como una política de Estado que va más allá de los cinco años que dura un gobierno en el país?
La homologación se aprobó con un decreto de urgencia 033 de diciembre del año 2005, al gobierno del presidente Alejandro Toledo le quedo un semestre para cumplirlo y lo cumplió y esa homologación era política del Estado. Entre enero y mayo del 2006 el presidente Toledo cumplió con el 20% de la homologación, la meta era llegar al 100% en el 2008, eso se ha detenido, estamos prácticamente en junio del 2007 y ha pasado un año sin que se cumplan las metas ¿Qué significa esa homologación? Significa que un profesor auxiliar al año 2008 iba a tener un sueldo básico de un magistrado superior: 2000 nuevos soles. Un profesor asociado iba a ganar 3100, y un profesor principal 5600 que es el 80% de la remuneración básica de un magistrado supremo. Eso el gobierno lo ha detenido porque no tiene ningún interés en la educación pública universitaria.

¿Será por que para un gobierno no es políticamente rentable la educación?
La educación no es rentable en el corto plazo pero políticamente es muy rentable, en todos los países del mundo que han querido que sus países desarrollen, han invertido en educación. Un proverbio chino dice: si uno quiere cosechar rápidamente siembra arroz y si quieres cosechar después de 2 años siembra viñedos, pero si quieres cosechar en el largo plazo siembra un bosque. Y la educación es como un bosque que da fruto en el mediano y largo plazo.

Lamentablemente a eso no apuestan los gobiernos
A eso es lo que apuestan los padres de familia cuando invierten en la educación de sus hijos, están invirtiendo en un plazo de quince años, hasta que sean profesionales; pero no hay esa inteligencia en el gobierno, en el MEF. (Julia Vicuña, periodista)